Aunque se describe como una ley sectorial, la propuesta para el Reglamento sobre Privacidad Electrónica (ePrivacy) en la Unión Europea tiene implicaciones para la industria europea en su conjunto. Es por eso que los legisladores deben hacerlo apto para toda la economía digital, asegura la directora general de la organización DigitalEurope, Cecilia Bonefeld-Dahl.
La directora señala que muchos de los puntos básicos que sustentan la propuesta legislativa son incompletos o incorrectos, por lo que se necesitan legisladores sensatos para solucionarlo.
Bonefeld-Dahl dijo que el nuevo reglamento ePrivacy no podrá evitar posibles usos peligrosos de los datos si se cree que el consentimiento es la única solución, ya que “los ciudadanos simplemente serán bombardeados por solicitudes de consentimiento y no se molestarán en comprenderlos”, como sucede hasta ahora.
También pidió que las reglas de ePrivacy sean adecuadas para todos, a medida que nuevas industrias como la sanidad, las finanzas y la manufactura se conectan, para que tanto grandes como pequeñas empresas que operan en los Estados miembros de la UE cumplan con el nuevo reglamento.
Aunque los legisladores de la UE están dando pasos en la dirección correcta, por ejemplo, sobre la libre circulación de datos no personales, Bonefeld-Dahl alertó que existe un riesgo real de que ePrivacy no funcione para los ciudadanos, por un lado, y que bloquee el desarrollo de servicios y tecnologías beneficiosos en Europa, por el otro.
El reglamento ePrivacy está vinculado al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), que está a poco de entrar en vigor en la Unión Europea. Y los legisladores se enfrentan a una complejidad, debido a que ePrivacy es una ley sectorial que rige los datos personales en comunicaciones electrónicas, mientras que el GDPR rige los datos personales en general; sin embargo, las comunicaciones electrónicas son utilizadas por todas las industrias más allá de los jugadores de TIC, que es difícil ver quién y qué no estaría cubierto por ePrivacy, explicó la directora.
Bonefeld-Dahl dijo que el nuevo reglamento no sólo abordará el tema de la publicidad, sino que ampliaría la definición de “servicio de comunicación electrónica”, que abarca a los operadores de telecomunicaciones y otros servicios en línea “equivalentes” con reglas más estrictas, además de ampliar las normas para cubrir cualquier dato “procesado por” dispositivos como computadoras, teléfonos inteligentes y tabletas, así como dispositivos M2M, de Internet de las cosas o cualquier pieza de equipo electrónico existente y futura conectada.
De este modo, las fábricas digitales, transportes inteligentes y cualquier empresa que quiera conectar esos dispositivos, incluso para fines muy comprensibles, como garantizar su seguridad, tendrá que cumplir con las normas.
ePrivacy es mucho más que sólo cookies, apuntó Bonefeld-Dahl. “Se trata de cómo funcionan todas las tecnologías y dispositivos digitales presentes y futuros. El objetivo de la legislación debería ser proteger el secreto de las comunicaciones, no socavar el futuro digital de Europa”, concluyó.