El aumento en el uso de celulares también requiere mayores inversiones en infraestructura de comunicaciones móviles, ya que mucho tráfico para un número insuficiente de antenas, provoca que la señal sea inestable o inexistente. Según Lourenço Coelho, presidente de la Asociación Brasileña de Infraestructura para Telecomunicaciones (Abrintel), para atender la demanda actual, las empresas del sector deberían invertir más de 2 mil millones de reales en la construcción de torres e instalación de antenas de celular; sin embargo, indica que la inversión sólo es de mil millones de reales.
Brasil tiene alrededor de 70 mil antenas, prácticamente el mismo número registrado tres años atrás.
El presidente de Abrintel, señala que el crecimiento ha sido constante, pero el número debería ser triplicado, y afirma que el principal obstáculo ha sido regulatorio. Destaca también que hay localidades sin comunicación porque aún no se ha permitido implantar los equipos.
En 2015, fue aprobada por el Senado la Ley General de las Antenas, sancionada por la entonces presidenta Dilma Rousseff. La ley es federal y debería sustituir las reglas municipales que frenaban la implementación y el reparto de los equipos.
Con esta ley federal, tras la solicitud de la empresa al municipio para construir la torre e instalar la antena, la licencia debería emitirse hasta 60 días. Pero la ley depende de la reglamentación municipal, por eso el proceso se puede quedar estancado.
En São Paulo, las últimas solicitudes de las empresas para la instalación de torres fueron hace seis años, dice Coelho. Desde entonces, sólo una licencia fue liberada, con un costo de 45 mil reales. “Es un abuso, tenemos potencial para invertir mil millones de reales al año, pero no da (debido a las barreras legales)”, alega Coelho.
El ejecutivo reclama que en las principales capitales y grandes ciudades la cuestión de las antenas no es discutida o no evoluciona entre ayuntamientos y cámaras municipales. Por el momento, la ley sólo fue regulada en Goiânia y en Río de Janeiro, por decreto-ley de las alcaldías alineado a la legislación federal.
La ciudad de São Paulo tiene 12 millones de habitantes y 6 mil antenas, o estaciones radiobase (ERBs); el ideal sería tres veces más, explica el presidente de Abrintel. La situación es similar en Curitiba, Porto Alegre, Belo Horizonte, Río y Goiânia, entre otras.